Mi personalidad se ha forjado sobre una
serie de valores que con el tiempo he ido identificando y valorando para que me
sirvieran en ese proceso de aprendizaje continuo de la asignatura común a todos
que es la VIDA.
A partir de una cierta edad, relativamente
temprana, tomé consciencia de la importancia que para mi tenia el hecho de
mantener una determinada actitud con la que desarrollar un comportamiento que
me permitiera progresar y crecer; puesto que además era lo que deseaban quienes
me querían.
Debido a la perseverancia y la constancia
de mis profesores que con paciencia asumieron su compromiso respecto al ejercicio de su profesión con
auténtica responsabilidad,
me ayudaron a interiorizar estos valores como a valorar el significado que la educación tiene para la formación como personas;
también sería la firme voluntad de mi abuela la que me
enseñó a sentir y a ser sensible especialmente
con los mas necesitados, mostrando compasión sin esperar nada a
cambio; también me enseñó la manera de afrontar la convivencia con alegría y humildad.
Sería la rectitud de mis padres, la que me
llevó a valorar la importancia de la familia como soporte para la convivencia, fraguada entre la fraternidad y la empatía con todos los miembros
de la misma y sostenida con una firme actitud hacia el respeto,
la sinceridad y la decencia.
La asunción de otros valores, estuvo
motivada por mi incorporación al mundo laboral, y fomentado por mis jefes al
resaltar la importancia de aquellos relacionados con la disciplina,
la constancia, la pulcritud y la coherencia
prendiendo, desde una etapa tan joven en mi ser consciente.
Por otra parte, como persona bastante
observadora que soy, hasta donde llegan mis recuerdos, siempre me ha llamado la
atención las pautas de comportamiento que seguían las personas de mi entorno,
cuando visito otras poblaciones de España o del extranjero me gusta sentarme en
un sitio público, muy transitado, para observar, mirar como se mueven las
personas, como se relacionan, y tratar de escudriñar las causas de su
comportamiento. Independientemente de si se trata de un pueblo, de una ciudad
mediana o una gran capital, da igual, siempre hay un porque y ese es el que
trato de averiguar por medio de la observación y a mi curiosidad por adquirir nuevos conocimientos, formando este aprendizaje parte fundamental de cualquier ámbito de
mi vida.
Desde que alcancé la independencia económica para gobernar
mi propia vida y la de mi familia, he procurado mantener la integridad personal y profesional, con una permanente actitud de mejora
continua que me llevara hacia una cierta excelencia profesional, permitiéndome ser cada día el mejor en mi actividad.
Posteriormente, mi obsesión por obtener la independencia financiera me llevo a establecerme por mi
cuenta y a valorar la importancia que tiene ante los demás la honestidad de tus proyectos, la transparencia en las propuestas, el coraje y la determinación por la consecución de
los objetivos.
He aprendido a valorar la importancia que
tiene el que los terceros reconozcan que en tus decisiones
existe la equidad y la justicia. En ese aprendizaje reiteradamente he tratado
de mostrarme solidario para con los demás sin
esperar nada a cambio, sino expresar mi necesidad de mostrar mi gratitud para
con la vida
Finalmente, para la vida en sociedad cada
día mas me ratifico en que la base de todo se encuentra en la
libertad, no tiene ningún sentido esta vida si carecemos de algo tan
preciado como es la LIBERTAD. He aprendido a comprender que la puntualidad no es cortesía sino una demostración de orden, que la tolerancia es el primer paso para reconocimiento de la diversidad de las
personas; que el civismo es la mejor expresión
para una convivencia respetuosa hacia los demás; que la
lealtad y la rectitud son las reglas básicas
en las relaciones de amistad; que el éxito cuando llega no se exhibe
sino que se ha de saborear con la sencillez y la gratitud
de un aprendiz de la vida.
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